domingo, 9 de mayo de 2010

First Friday Art Walk

Trigésimo sexto dia (V 30-4-2010):


Los mejicanos resulta que no tienen móvil aquí en EEUU, sino que usan una cosa llamada NEXTEL, que aunque suene a chocolatina es una especie de walkie-talkie con pinta de móvil motorola. Es una radio y sirve para hablar en la misma ciudad, asi que con uno cada uno se avían.

Por esta razón no puedo ponerme en contacto con ellos de otra forma que escribiéndoles un correo electrónico y esperando la respuesta, bien por la misma vía, bien si me llaman desde cualquier teléfono.

Hoy tampoco hay cirugía pero me presento en la clínica para ver si los veo y practicar en el pelvitrainer, que lo tengo un poco olvidado. Al llegar me doy cuenta de que se me ha olvidado la identificación, con lo cual no me puedo cambiar para pasar a la zona de quirófanos así que a ver si los pillo en un pasillo.

Me voy a la sala de pelvitrainer y me encuentro a la T´Nita Watters, la secretaria, en el ordenador de allí con otra, partidas las dos de risa y me doy cuenta de que la sala está llena de guirnaldas. A ver qué pasa ahora.

Pues le van a dar una fiesta sorpresa a una que se incorpora de una baja maternal, y qué mejor lugar que la sala de pelvitrainers, que no la usa nunca nadie.

Como no puedo hacer nada deshago el camino y me planto en casa. Aprovecho para llamar a España ;)

Andaba yo con mis "controles" del Skype cuando suena el telefono.

Resulta ser Jodi, la amiga de Juanca, que me invita a conocer el First Friday Art Walk, que puede traducirse como el "Paseo del arte del primer viernes de mes" :D Por lo visto es una cosa que se hace en el Downtown para darle un poco mas de vidilla, porque esta muerto.

No me apetece mucho pero es por la propia expiral de aburrimiento en la que me veo sumido, así que salgo pitando para allá.

Llego a casa de Jodi y narro mis peripecias de manera resumida a ésta y a su novio. Se asustan un poco cuando ven mi ojo y se disculpan por no haberme llamado en un mes. Les digo educadamente que no se preocupen, que no me he aburrido (mucho).

Salgo con Jodi en el coche para el Dowtown (el novio se unirá después) y aparcamos en la librería, perdón, biblioteca. Nada mas bajarnos nos encontramos con una amiga de la facultad de Jodi.

Parece bastante mayor que yo pero se supone que es estudiante de medicina. Yo ya no sé cuántos años se echan aquí para ser médico. Se une otra amiga al grupo que tambien parece bastante "talludita".

Me meten en un garaje supercutrón pero que por dentro es una galería de arte.
No sé muy bien cómo definirlo. Es todo MUY RARO. Lo mismo nos metemos donde he dicho que nos encontramos un grupo de gente, desconocidos entre ellos, tocando unos tambores soldados a una mesa en medio de la calle (Jodi se une y aporrea una especie de trozo de Uralita), o un grupillo de gente haciendo capoeira. O nos metemos en una heladería que tiene abierta la puerta hacia el piso de arriba que resulta ser una casa particular pero que para este día se transforma en una tienda de joyería, y tú subes a ver las joyas y está el dueño de la casa viendo "Family guy".

Yo no salía de mi asombro, la verdad. Además había gente de todo tipo, mil razas y estilos en una calle inmensa. Los típicos "hippies" porretas de peli americana con los pelos de Garfunkel, "grunges", japonesas salidas de un manga, tipejas mayores (señoras debería decir) con pinta de inglesas de las que te invitan al té de las cinco vestidas de hada... TODO LLENO DE FRIKIES. Por lo menos el cincuenta por ciento aquí (perdón, allí en España) se catalogaría con esa denominación.

Nos metimos, cuando ya éramos un grupo de cinco o seis en una casa (típica casa americana con jardín) que resultó completamente diáfana por dentro. Era un bar con una colección de cervezas digna de la mejor cervecería. El ambiente parecía sacado de Forrest Gump, en la época hippie cuando Jenny está a punto de saltar (no diré más para los que no la hayan visto) Todo muy oscuro con luces muy psicodélicas. Me tomé una "Peroni", para recordar viejos tiempos. Una de las chicas del grupo empezó a contarme lo equivocada que estuvo al escoger latín en vez de español en la escuela, porque pensaba que le iba a ayudar en medicina. Podía hablar latín. "Hija mía, ¿siete años de latín no te parecieron demasiados?" le comenté.

Mis conversaciones siguen girando alrededor de las diferencias entre los países, pero ahora no sólo en lo que concierne al sistema de salud y educación. Ya también hablo de mis experiencias y viajes. Fliparon un poco cuando les conté lo de las misiones, no tenían mucha idea de qué eran :S Se puede decir que me pegué el pegote, vamos.

Un hecho a remarcar fue que paseando nos encontramos, en un callejón lleno de grafittis (un sitio bastante evitable cualquier otro día), un concierto de rap. Siempre he defendido la música en directo, pero en este caso tengo que decir, QUE ME GUSTÓ MUUUUUCHO, a pesar de no entender ni jota de lo que decían; pero eso no era un problema porque los americanos tampoco entendían mucho más. Eran tres cantantes, dos chicos y una chica, iluminados por un foco de éstos de camping, que se iban pasándose el micrófono cada poco e improvisando sobre la marcha. En una esquina estaban los que supuse sus representantes, hombres de color (negro) enormes y trajeados con trajes blancos (los más discretos).

Esto fue lo que más me gusto en lo tocante a la música, porque además me encontré bandas satánicas, una pareja de niñas "pipiolas" cantando como Ella Baila Sola, un grupo de música africana que también estuvo muy chulo, sobre todo por cómo bailaban al ritmo de los timbales y tambores, percusionistas...

Pero lo mejor de todo fue sin duda LA GENTE. Echaba de menos el pasear, el sentirme uno más. El ruido, el murmullo, las risas, el andar sin rumbo, dejándonos llevar por lo que nuestros sentidos fueran captando en cada instante.
Aquí casi todo el mundo va igual: casa-coche-trabajo-coche-casa. Y todos los días iguales hasta que llega el fin de semana. Pero allí me sentía bien. Como en El Salvador, y así me entendéis los de Sevilla. Mientras que íbamos andando yo no sé la de gente conocida que se encontraron. Lo malo es que es sólo UNA VEZ AL MES.

El grupo se fue desperdigando y quedamos una de las amigas de Jodi (la que parecía supermayor), Jodi y su novio. De vuelta al coche vimos los fuegos artificiales en honor al equipo de béisbol, que ganó esa noche (no sé si pasaban de ronda de playoff). Me llevaron a cenar a un sitio "cool" de aquí. Un ambiente muy chulo pero la comida la de siempre, "hamburguela" gorda. Me pedí la "Americana" (aquí se viene con todas las consecuencias) que resultó llevar mostaza de Dijón, que contradicción. Le añadí bacon y patatas salpimentadas. ¡Qué no falte de ná!
Me costó horrores acabármela, y cuando estoy a punto de conseguirlo, veo que la amiga de Jodi pide algo. Al minuto le traen una cajita, ¡para llevarse la comida sobrante a casa!
Por lo visto aquí es muy típico eso. Estos tíos lo tienen todo pensado. Lo llego a saber y mañana comía lo mismo porque era enorme.
Nos despedimos y la amiga me abraza, aquí todo el mundo lo hace así si se conoce mínimamente, pero a mí me sigue resultando embarazoso :S

Al llegar a casa de Jodi y ¿Matt? me despido y les doy las gracias. Me lo he pasado mejor que en el resto del mes, sólo por el hecho de PASEAR Y VER GENTE (sin estar sólo).

Es el primer día que quiero irme a casa por lo cansado que estoy, y sólo es la una y veinticinco.
Definitivamente esto ya es otra cosa.

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