jueves, 6 de mayo de 2010

Los "cuates"

Trigésimo cuarto día (X 5-5-2010):


No hay gran cosa que contar. Llego a la clínica y resulta que no se opera nada hoy.



Pues mejor, así me pongo con lo que me mandó Magriñá. Lo acabo esa misma mañana y me da tiempo de hablar con Juanca por el chat de Gmail. Me dice cosas que me tranquilizan, pero que me siguen convenciendo de que soy un poco joven para estar aquí.

Me dirijo al despacho de Magriñá para entregarle las listas (he hecho hasta "sublistas") y agradecerle las molestias por lo del oftalmólogo y resulta que ¡se ha ido! ¡Y encima a España! Y yo sin enterarme. Yo no sé si es que todo el mundo pasa de mi o que me dicen estas cosas en inglés y yo no me entero.

Me da la noticia la Dra Kho, cuyo despacho esta contiguo al de D. Javier. Ya que estoy allí le pido las presentaciones del congreso de uroginecología al que me invitaron. Repetiré hasta la saciedad que esta mujer es encantadora. No sólo me dio lo del congreso sino también lo del curso del lunes. Si me estudio esto ya no hago nada más hasta que vuelva. Una cantidad increíble de información de primera, sobre todo un montón de vídeos de operaciones y diferentes técnicas, así como muchas disecciones anatómicas.

Le doy las gracias hasta la saciedad y me voy un rato al pelvitrainer. Me voy a casa para charlar con la doctora, que se va a Barcelona hasta el domingo. Me alegro de que salga del hospital un poco, que con lo del sobrino ha estado muy agobiada.

Hablo con mis padres que se alegran de que esté mejor del ojo. Me paso la tarde mirando cosas de anatomía.


Trigésimo quinto día (J 6-5-2010):

Hoy creo que esto ha dado el giro que esperaba. He estado a punto de no ir a trabajar porque no hay cirugía en lo que queda de semana pero me he obligado a ir a practicar con el pelvitrainer. Menos mal.

Cuando me estaba cambiando en el vestuario, ha entrado "el del robot". Porque aqui tienen un tío nada más que para pensar en como colocar el robot en cada operacioón. No para arreglarlo cuando se estropea, no, que ese es otro. Es uno que se dedica a ver como se le puede sacar más partido al robot. Pues en esto que me ve y me dice: ¿Tú no eres el residente español? A lo que yo le respondo afirmativamente. Y me dice que ha recibido un correo de la de la sala de pelvitrainers, la que me recuerda a la de Gorilas en la Niebla, diciéndole que yo estoy muy interesado en conocer el manejo del robot. Mi siguiente respuesta es exactamente la misma que la anterior. No por nada, sino porque ademas de corresponderse con la realidad mi inglés no da para más. ¡¡¡Me contesta que ES POSIBLE!!! Así que para la proxima semana me va a organizar uno o varios días (no me ha quedado claro) para enseñarme a manejarlo. !!!TOMA DEL FRASCO CARRASCO!!! Esto sí que es un pelotazo. Estoy que no me lo creo. Más contento que un cura en un convento que diría mi amigo Manolo.

Pero ahí no acaba la cosa. Cuando me voy a practicar con el pelvitrainer me encuentro la sala abierta y a tres personas dentro. Uno enseñándosela a los otros dos. Me pongo a coger mis cosas cuando de repente oigo que hablan español entre ellos, pero con acento, son mejicanos. Se dirige el que esta enseñandoles aquello a mi en ingles, para que véais lo mimetizado con el entorno que estoy. Le digo que yo también hablo español, que soy de España. ¡Ándale Guey! ¡Qué bien! Pues nos presentamos. Se llaman Rafael, Alejandro y Marcos. Rafael está haciendo un fellow de investigación en urología, y los otros dos son residentes de ultimo año de urología también pero en su país, y están aquí de rotatorio externo. ¿Cuánto tiempo? ¡Abril y Mayo! ¡Como yo! Me comentan lo impresionados que están con las cosas que ven en la sala, porque ellos casi no hacen laparoscopia. ¡¡¡Me cuentan que allí se compran su propio instrumental!!! Se saben los precios de todo. Increíble.

Me quedo con Alejandro que se pone a practicar con ejercicios facilitos, porque nunca ha tocado un laparoscopio, y charlamos de su viaje a España hace nueve años y del mío a la Riviera Maya. Le enseño el video de los nudos que me pasaron y quedamos al día siguiente para pasárselo.

Me voy al quirofano muy contento por tener la perspectiva de poder hablar español con alguien, porque a pesar de que aqui me voy soltando, es díficil expresarme igual que en español, lógico.

Pero mejor aún. Comiendo en la cafeteria tambien hablo español con una cajerad, que en inglés me pregunta que si soy nuevo. Cuando le digo que soy español, pasa a hablarme en español y me dice que me dira lo que tengo que pedirme cada dia, ¡jeje! Menos mal porque la camarera a la que le pregunto todos los días parece que piensa que soy estreñido, y se empeña en aconsejarme "bombas estomacales" todos los días.

Se presenta como Claudia. Le doy las gracias y justo despues me encuentro otra vez con los mejicanos, que me invitan a sentarme con ellos.

¡¡¡NO SABÉIS QUÉ ALIVIO!!! Están igual que yo, o mucho peor, y eso que entienden y hablan perfectamente inglés. Pasan de ellos tres kilos, no les avisan de nada, no van a poder usar el robot porque en Méjico solo hay uno que para colmo no se usa por ser muy caro y obviamente no pueden hacer nada aquí con los pacientes, pero ni siquiera conocian hasta hoy la existencia del laboratorio, con lo cual estan superaburridos, aunque ahora han empezado a trabajar en una publicacion con Rafael, para irse con algun "paper" internacional.

Encima cuando me ven la identificacion se soliviantan porque a mi me han puesto el logo de la Clinica Mayo y a ellos no, ¡jajaja! Y nos la hicimos la misma semana. ¡Ni siquiera el recuerdo nos podemos llevar! me dicen :D

El conocer a mas personas que están en una situacion parecida, o por lo menos se sienten igual, me hace sentir no mucho, muchiiiiiiiiiiiiiiiisimo mejor. La verdad es que en ellos se nota, con respecto a EEUU, el pique que podríamos tener nosotros con Francia , por ejemplo.

Se marchan a una sesión clínica no sin antes decirme que me llamarán este fin de semana si hacen algo, y que puede que se apunten al plan de Las Vegas.

¡¡¡Viva España, ViVA el Español y VIVA Méjico (cabrones)!!!

2 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Hola Carlos, a Rafael lo conozco bastante bien y nos hemos corrido más de una juerga juntos, es un tío genial!!! Háblale de mí. Voy a ver si encuentro su dirección de mail y le digo que te saque al Salty Señorita o a alguno de los bares que hay por allí. Qué despiste el mío que podría haberme acordado antes... jeje, lo siento!!

Carolito dijo...

La madre que te trajo Juan Carlitos!!!!Además la novia es italiana y podía haber hablado también con ella! (se fue la semana pasada y le vendió su coche a "la chinita"), anda que ya te vale!!!