Lo siento, os he tenido muy desinformados pero me niego a hacer más que un resumen de lo que puede haber sido el fin de semana más aburrido de la historia de mi vida.
Vigésimo tercer día (S 24-4-2010): Sólo recuerdo haber hablado por el Skype e irme a última hora de la tarde al supermercado. Estaba tan aburrido que me lo recorrí entero dos veces ida y vuelta. Y es muy grande.
La verdad es que también me daba un poco de vergüenza preguntar dónde podía encontrar pan rallado. Pero al final me dije: ¿Para qué estoy aquí? Bueno pues lo intenté explicar y al final me entendieron; cinco minutos después me enteré de que son los "bread crumbs".
Bueno el pan rallado dio lugar a lo mejor de la jornada, que fue sin duda la cena. Había aliñado unos filetes de cerdo como había creído más oportuno porque no me acordaba de cómo se hacía. Pero resultó que lo hice bien de haberlos visto tantas veces, macerándose en casa de una noche a la mañana siguiente, que es cuando mi madre los empana, una vez que ya han cogido el saborcillo.
Como eran demasiado gruesos para mi delicado gaznate, y los que hayan comido más de tres veces sabrán a que me refiero (Irene me hizo un Heimlich y todo una vez), los corté en tiritas y por la noche me tomé unos estupendos "fingers" de cerdo empanados viendo Southpark (viendo que no entendiendo) y como colofón media tarrina del helado hipercalórico que había comprado de B&J. ¡AAAAAAAAAAAAH! (Baba de Homer Simpson).
Vigésimo cuarto día (D 25-4-2010): Otro día más de lo mismo. Skype por la mañana y tortilla de patatas para Michael y para mi (para mi para comer y para él para cenar). Comí con mi madre, que me hizo compañía por el ordenador, porque sabe el coraje que me da comer solo (madre no hay más que una). Lo más divertido de este día os parecerá una tontería, porque lo es, pero me sentí genial: sonaba una canción de The Killers que puede traducirse como el Gran Trineo o algo así y me puse a dar vueltas como una peonza en medio del salón, como los niños chicos, con los brazos extendidos, hasta que no pude más. Hacía mil años (o másssssss) que no lo hacía y os lo recomiendo encarecidamente, después te sientes como nuevo. Eso sí lejos de cosas que se puedan romper (que ya ocupamos más espacio) y de animales de compañía. Por la tarde me di un garbeillo por la librería más cercana a mi casa para comprar un mapa porque este fin de semana me voy a San Diego sí o sí. No encontré ningún mapa de Arizona y California que me sirviera. O compraba el de Michelín que era enorme o los demás eran de los estados por separado y tenía que comprar dos. Estuve un buen rato mirando ayudado por un dependiente la mar de simpático (y también muy guapo chicas) que resultó haber estado en España. Pasó en Sevilla sólo dos días pero me dijo que habían sido los mejores del viaje, sobre todo por las mujeres de Sevilla, que me dijo que eran muy guapas. "Qué me vas a contar", me entraron ganas de decirle. Al final me compré una guía del otro lugar al que voy, que no sé si habréis acertado los de la encuesta, ahora lo miraré. Me acabé los filetes empanados y vi más capítulos de Southpark (cada vez entiendo más). Me acabé durmiendo tardísimo porque me puse a leer la guía. Me ha ilusionado mucho el viaje. A ver qué tal sale.
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